Hoy me atrevo a reconocer que lo desconozco casi todo acerca del mundo en el que vivo. Pareciera que acabo de aterrizar. Tan solo hace unas horas, escasos momentos.

Y en este nuevo paisaje que contemplo me siento absolutamente abrumada. Aturdida a causa de tantos estímulos, tanto ruido. Me reconozco inválida en un país extranjero cuya lengua y signos se me escapan. Me encuentro desprovista de la energía, tiempo y recursos necesarios para interpretar y descifrar -a cada minuto, a cada segundo- las señales que por los sentidos mi cerebro recibe.

En un mundo donde ya no el saber, sino el tener una opinión (fundamentada o no) está por encima de todas las cosas, hoy, admito humilde y dignamente, cuán infinita y atrevida es mi ignorancia.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s